En un mundo marcado por la frecuencia y la intensidad de los desastres, la resiliencia comunitaria se erige como un pilar fundamental para mitigar el impacto devastador de tales eventos. Sin embargo, para que la resiliencia sea genuina y efectiva, debe ser inclusiva, abarcando las diversas realidades y necesidades de todas las personas en una comunidad.
Los siguientes diez consejos ofrecen un enfoque integral para fomentar la resiliencia a través de prácticas inclusivas en la gestión del riesgo de desastres. Desde la participación activa de todas las partes interesadas hasta el establecimiento de redes de líderes resilientes, estas recomendaciones se fundamentan en la premisa de que la inclusión no es solo un principio ético, sino también una estrategia efectiva para fortalecer la capacidad de respuesta y recuperación frente a los desafíos emergentes.
Basados en investigaciones, experiencias de organizaciones de renombre y las necesidades específicas de diferentes comunidades, estos consejos buscan proporcionar un marco sólido para que los responsables de la gestión del riesgo y las comunidades puedan trabajar juntos hacia un futuro más seguro y equitativo para todos.
10 Consejos para fomentar la resiliencia a través de prácticas inclusivas en la gestión del riesgo de desastres.